lunes, 12 de octubre de 2015

DIA 1: SANTA POLA-ELDA

Jueves, 3 de Septiembre

Como he pasado la noche prácticamente en vela, las sábanas, más que pegadas, se me quedan ”cosidas” al cuerpo. Me despierto como el estudiante perezoso que llega tarde a clase. Últimos preparativos y a las once y media (vaya horitas….) me pongo en marcha. Salgo del “poble en festes”  entre el anonimato de mi disfraz de ciclista y la cara de extrañeza de los viandantes ya que no hay mucha costumbre por estos pagos de ver a ciclo-alforjeros.
El primer objetivo es enlazar con el camino señalizado a la altura de Orito. Un coñazo durante 32 kilómetros, por terreno demasiado conocido y cruzando varias carreteras con más tráfico del deseable. A la hora de haber iniciado la ruta tengo que pedir un tiempo muerto al Lorenzo. “Nene. ¿Qué quieres a las doce y media de un treinta y cuatro de agosto?”. Pues eso, qué a torrarse toca…
Venga. Cruzo la autovía A-7, paso por un acueducto que está en medio de la nada y al que encuentro algo cambiado, y me dirijo a la urbanización  Alenda Golf rezando para que la puñetera crisis no se haya llevado por delante el pequeño supermercado que recuerdo que había en su interior. Afortunadamente sigue abierto. Un par de refrescos y un helado evitan que me convierta en mojama.

Acueducto en 2012
.....y en la actualidad


Primera flecha de la temporada

Desde aquí el camino más corto para llegar a Orito es seguir las flechas amarillas que llevan al Santuario de San Pascual. Que me perdone el santo por no visitarlo pero es que salvar la última rampa (de un 20% a ojo de buen cubero) para luego bajar por el mismo sitio es tontería.
Me lanzo hacia abajo, paso por la aldea de Orito y continuo en dirección a Monforte del Cid.




Pocos kilómetros después se llega a Novelda. Compro bebida en un bar y me voy a hacerle compañía a la estatua de Jorge Juan, frente al ayuntamiento,  mientras me pongo a resguardo del sol. Durante esa hora de tregua decido que no voy a ir por el camino señalizado por el cauce del Vinalopó, no vaya a hacerme el mismo lío que hace tres años. Tomo la carretera en dirección a Monóvar. Sin arcén y con mucho tráfico. El coñazo continúa…….Son las cinco de la tarde y me siento como el interrogado al que le ponen un flexo a pocos centímetros de la cara.  La carretera pica ligeramente hacia arriba y parece que esté subiendo un puerto. Y ya no sé si estaré sugestionado pero  huelo a goma quemada. Yo diría que hace una poca de calor …… pero la cuestión es que me estoy quedando sin baterías. Me refugio bajo los árboles de una zona recreativa. Corre algo de viento y para mi sorpresa es fresco.
Repongo algo de energías y prosigo camino hasta Monóvar, a la que se accede por un carril-bici. Mientras circulo por él me cruzo con un ciclista que va con equipaje. Un gaditano “envenado” por los caminos. Otro más. Con la excusa de visitar a la novia que trabaja en Albacete se ha organizado una excursión con final en Murcia previo paso por Valencia. Va buscando alojamiento y le doy el teléfono de contacto de la Asociación del Camino en Novelda.



Prosigo por  la carretera y consigo reconocer el paso elevado por donde crucé en 2012. Pues algo atajé aquella vez. La última subida hasta llegar a la rotonda de acceso a Elda se me hace muy larga y me sirve de aviso de que toca poner fin a la jornada. Otra “bonita” entrada por un polígono industrial. Paro en una gasolinera en busca de algo frío, saludo y escucho al encargado algo de no se qué de entrar con el casco puesto. Como voy medio zombi me cuesta darme por aludido. Me descubro aun a riesgo de epatarlo con mi belleza y sonrío  imaginándome la escena de un tipo en bicicleta, cargado con equipaje, y con intención de dar  un “palo” en una gasolinera. Tras ser tratado de sospechoso prefiero tomarme el refresco a una distancia prudencial y ya empiezo a pensar dónde alojarme. Ya sé que aquí no hay albergue así que me voy en busca del hotelito donde me alojé la otra vez. Voy a la aventura aunque finalmente sí hay habitación libre.

Ducha, primera colada de campaña y a cenar. Y sobre todo beber. Con todo lo ingerido no hay manera de cambiar el agua al canario. Empiezo a mosquearme pero finalmente a las doce se abre el grifo…….. Me acuesto con espectáculo gratuito de relámpagos en lontananza. Ahora que lo pienso anuncian lluvias. Mañana veremos.

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